Amigos para siempre

Pero donde realmente estuvo sembrado el empresario Javier Esquível, entendemos que conminado por la fuerza de la amistad, fue en el capítulo dedicado al alquiler nunca cobrado de modo oficial a José Manuel Soria. Ya saben que el presidente del PP vivió más de veinte meses en plan precarista en un chalet propiedad de la empresa del compareciente sin que en las cuentas de la sociedad arrendataria aparezca un mísero asiento contable que acredite que pagó. Esquível reconoció que, además, no le cobró fianza (como hace con el resto de sus inquilinos) porque Soria es su amigo, y que si le rebajó la renta con respecto al anterior cliente (de 1.800 a 1.600 euros al mes) fue porque había bajado el precio del mercado. Será sólo para Soria, porque no nos consta ese fenómeno paranormal en el mercado de las viviendas de alquiler. Además, cuando Soria se mudó nos interesamos por el alquiler y, la cosa había vuelto a subir, esta vez a 2.000.