Cambio de aires en Tauro

La Sala -como saben- ya rechazó el recurso de la Administracion que preveía amojonar el monte público de Tauro, en Mogán, después de una perreta de considerables dimensiones. Nosotros ya lo hemos dicho aquí: si el Estado quiere recuperar su posesión, que lo haga, pero olvidando un papel en fotocopia de hace dos siglos. Tanto incompetente en el Cabildo ha dado lugar a una situación indeseable: que por querer hacer daño paralizando la actividad turística en la costa, el monte siga en manos privadas. No se libra de la incompetencia la todavía viceconsejera de Medio Ambiente, Milagros Luis, que aceptó tirar p'alante con tamaño disparate. Los que ahora están más tranquilos son muchos propietarios de buena fe que vieron cómo le caían torpedos que en realidad iban dirigidos al empresario Björn Lyng, que esta vez tuvo éxito por dejarse asesorar por eminentes letrados y no dejar entrar en el asunto al tesorero del Partido Popular, Manuel Fernández. Este hombre, herreño de vocación y pepero de proceder, ha cogido fama de que todo lo que toca lo pone en términos de pensamiento único: el ingeniero, del Partido Popular que caiga bien a su jefe soriano; el letrado debe ser del Partido Popular y que caiga bien al jefe... y al final tanta homogeneidad, tanto servilismo, hacen que el fracaso sea siempre la conclusión. Ahora está el PSOE y hay apuestas por ver el cambio de guardia. O de chaqueta, que ya se sabe cómo viene de atrevidita la temporada de primavera-verano. Tras desprecios y desplantes hacia el PSOE, y absoluta entrega a CC y PP, cambia el viento y con él los débiles de espíritu.