Cosas irreproducibles

La última condena al director de Radio Aventura, que se trasviste de personaje pueblerino para poder insultar sin que se le caiga la cara de vergüenza, tiene que ver con una demanda de protección al honor que le interpuso Maribel Castro, metida también al mundo de la comunicación a través de la revista Tara, entre otras cosas. Castro fue asesora de concejalías en otro tiempo, y el vocero de Radio Aventura se dedicó a insultarla y a entrometerse en su vida privada hasta unos límites absolutamente inadmisibles. Los insultos por los que ha sido condenado Martín son irreproducibles incluso en secciones como ésta, pero lamentablemente tendrán que volver a sonar en las ondas cuando el condenado -que tendrá que pagar también una multa de 3.000 euros- tenga que leer la sentencia íntegra en antena. Y agárrense, que este lunes también nos tocará una ración de insultos a nosotros. Pero, la verdad, nos la trae al fresco.