Denuncia por falso testimonio

José Manuel Soria, su procuradora y esposa, Mari Carmen Benítez, y su abogado, González-Cuéllar Serrano, abandonaron la sala de vistas hechos una triple revoltura de nervios. La juez había decretado un receso tras las declaraciones de los dieciséis testigos propuestos por la defensa del periodista, y a la puerta de la sala, un Soria desencajado no hacía más que repetir que había que denunciar al empresario por falso testimonio, mientras su abogado y su esposa le pedían calma. No solicitaron a la juez que dedujera testimonio por ese presunto delito sino que esperaron a que el juicio quedara visto para sentencia para solicitar verbalmente a la magistrada una copia de la grabación del juicio en DVD. “Pídamelo por escrito como si fuera una causa civil”, indicó la juez a la procuradora, que anunció denuncia ante la Fiscalía, un sitio donde el político debe sentirse muy bien acogido últimamente.