Efectos colaterales

No ha hecho más que empezar la validez del nuevo acuerdo de Coalición Canaria, según el cuál sus dirigentes se han convertido en amos y señores de la Presidencia del Gobierno, la Vicepresidencia del Gobierno y el tesoro del Gobierno, y ya andamos haciendo cálculos de las afectaciones presentes y futuras. Nos vamos a hartar, ya verán, pero nosotros, que somos muy minimalistas, empezamos siempre por lo que aparente menor calado. Como El Corte Inglés de Meloneras. Vamos a ver si lo conseguimos situar. Tenemos a un alcalde incomparable mirando para el Gobierno una vez él ha hecho las tareas. En el Gobierno tenemos un consejero de Política Territorial que jura a sus compañeritos de Maspalomas, con Pepe Juan Santana a la cabeza, que no hay tu tía, que por él la cosa no cuela. Pero el consejero, Fernando González, se debe a Mauricio, y Mauricio está comprometido con El Corte Inglés. Y Mauricio, a su vez, tiene un conchabo con Adán Martín, y Adán Martín dice que sí, que por él que no sea, siempre que pongan otro igual en el sur de Tenerife. Luego, ¿servirá la ley de comercio en tramitación para poner en orden tan revuelto patio? ¿Es ése, por ventura, el estilo de hacer Canarias que va a comenzar a imperar ya gracias al pacto de la alternancia y el que no se ha escondido tiempo ha tenido?