Una Ejecutiva reducida (y apetecida)

La confirmación de que Juan Carlos Alemán se echa a un lado y deja el camino expedito a López Aguilar ya ha provocado el pistoletazo de salida entre la militancia socialista canaria, entre la que se encuentra un nutrido grupo de personas que quiere estar en la nueva Comisión Ejecutiva Regional. Nunca una silla en ese órgano ha estado más solicitada, porque si se cumplen los anuncios del ex ministro, va a haber cachetadas para ocupar alguna de las quince plazas disponibles. Bueno, ocho en realidad, porque siete corresponden de modo directo a los secretarios insulares, y las restantes sillas han de estar ocupadas por un porrón de mujeres que equilibren el 60-40. Los observadores ya aprecian que López Aguilar trata de rodearse de un selecto grupo de militantes amigos, algunos de los cuales despiertan recelos entre el aparato por sus veleidades entre funestas y/o excesivamente socialdemócratas. Pero aún es pronto para saber en qué acabarán las conspiraciones.