Expediente disciplinario y a pagar

El auto de la Audiencia Provincial de Las Palmas, uno de los últimos que ha firmado el nuevo viceconsejero de Justicia, Pedro Herrera, condena a las costas al policía denunciante, y no por majadero, sino por esa mala baba que en el lenguaje jurídico se denomina mala fe procesal. Pero, además, se enfrentará dentro de muy poco a las consecuencias que una acción tan estúpida suele llevar aparejada: un expediente disciplinario en el que tendrá que explicar cómo es posible que denunciara en 2010 unos hechos que, según su versión, se produjeron en 2008. Y todo policía está en la obligación de denunciar ante los superiores de sus superiores todos aquellos comportamientos presuntamente delictivos que pudiera apreciar. Desconocemos los motivos por los que este inspector jefe de Lanzarote y sus diligentes testigos (que también serán denunciados por sus denunciados por los mismos motivos) se tomaron dos años para acudir ante la justicia sin haberlo hecho antes por el conducto reglamentario. Pero se lo preguntaremos algún día a José Manuel Soria, el líder del PP canario y ariete principal de todas las acciones contra la jefa superior de Policía y sus aledaños. ¿Les habrán prometido algo cuando gobierne el PP?