Félix Santiago se quedó solo

Hasta el último minuto el empresario Félix Santiago Melián mantuvo su postura coherente de no dejarse avasallar por políticos de tres al cuarto ni por sus mariachis. Estos días ha estado hablando de dignidad empresarial, de la necesidad de que cada uno asuma su papel en el juego democrático, del interés general, del interés empresarial... Pero sus argumentos se han tropezado con la postura mayoritaria de la Confederación Canaria de Empresarios, que este martes volvió a ponerse de rodillas. Cuando Santiago llegó al Comité Ejecutivo de la patronal se encontró con sus compañeros en pie de guerra, cabreados con su actitud honrada de estos días. Y tuvo que rendirse al verse solo. Llegó afónico y apenas tuvo voz para reafirmarse en que cree haber hecho lo mejor, lo que su conciencia le dictaba, y para presentar a continuación su renuncia a su puesto como consejero del puerto con carácter irrevocable. Los empresarios presentes en ese órgano daban brincos de alegría, se abrazaban y felicitaban al empresario norteño por haberles quitado de encima el problema de la coherencia y de la honradez. Que ya se sabe que es carga pesada e incómoda.