“Filosocialistas” (se saltó lo de “masones”)

No nos debería alarmar a estas alturas que personal adscrito a Coalición Canaria -o más concretamente a algunas de sus facciones- nos ponga a caer de un burro por no reírle la gracia en todo. Ya nos pasó con José Carlos Mauricio cuando lo sorprendimos en Nueva York en actitud poco honrosa ante los dueños de Veneguera. Y nos está pasando todos los días con Gonzalo Angulo por habernos atrevido a desvelar que el estadio de Gran Canaria va por el cuádruple de su presupuesto inicial, ocupando suelo ajeno y con un sorpresivo centro comercial en su anexo. Lo llamativo del caso de Agüimes no es eso, sino que el alcalde Morales haya decidido anatemizarnos porque somos, atención, “filosocialistas”, lo que debe constituir todo un delito de lesa patria guanche y, en el caso de ser como dice, un sello que nos inhabilita para respirar sin pedirle permiso al partido único, que en el caso de Morales, debe ser la secta a la que pertenece. El alcalde de Agüimes, quizá por lo que hemos hablado del desgaste del mando, se ha abrazado a la teoría más cercana al nazismo, consistente en desacreditar al que cuenta las cosas para que las cosas sean falsas en sí mismas. Como si nosotros le inhabilitáramos como buen alcalde por el mismo delito: haber sido consejero del Cabildo dentro de una lista del PSOE a finales de los 80, que lo fue y en su currículo está. Y ya subidos al burro del totalitarismo, recomendamos al señor alcalde que reinstaure los archivos de la brigada político social para lo cual le sugerimos que hable, por ejemplo, con el secretario general de los socialistas grancanarios, Eduardo González, para que le cuente todo lo filosocialistas que somos, le envíe fotocopias de nuestros carnés de militantes y recortes de las loas y alabanzas con que adornamos cada día la gestión del PSC. Como analista de periódicos no se va a ganar la vida don Antonio.