De cuando Galindo dejó pasar aquel cáliz

Nos ha gustado mucho esa frase de “si llegamos a saber lo que iba a hacer, no lo nombramos”, pronunciada por Soria en referencia a Celso Perdomo. Encierra un genial concepto de la previsión y la visión política que nos ha llevado a aplicarlo a distintos escenarios. Hoy, dadas las fechas, les proponemos uno: corría el año 2004 de nuestro señor, en la ciudad de los Faycanes, donde se había desatado una crisis política de considerables dimensiones gracias a la insoportable levedad de una concejal, de nombre Guadalupe, cabreada de modo casi permenente con su alcalde, de nombre Paco. Por una de las suyas, o de su señor esposo, doña Guadalupe se dirigió a la oposición (Nueva Canarias, PSOE, CC y CCN) y con estas palabras les habló: “Busquen doce firmas que la mía la tienen”. La doña sólo pedía una cosa: seguir de concejal de Festejos. Un chollo, vamos.