Historias de la agria polémica

De todos es sabido que Luis Soria no es quien se escribe sus propios artículos, es decir, que tiene lo que en argot literario se llama un negro. El negro de Luis Soria es un buen muchacho que, por aquello de la hipoteca y las facturas, se ha adherido a la escuela de Luis Larry Álvarez hasta convertirse en uno de sus alumnos más aventajados. Tiene razón Antonio Morales, alcalde de Agüimes, cuando contesta al esquizofrénico artículo del consejero reprochándole que no haya entrado una sola vez en el fondo de la cuestión, la política de electrificación, y haya empleado toda la pólvora en insultar y descalificar a su adversario político. Mala táctica, prevenimos al negro y a su jefe, porque al final nos hemos quedado sin saber cuál es la postura oficial de la consejería al respecto, si bien sabemos que el escribidor ha puesto como escudos humanos a los funcionarios para intentar que se cabreen con el alcalde de Agüimes. Sin éxito, claro, que tontos no son.