Historias del palco

No sólo de problemas económicos se nutren las cada vez más tormentosas relaciones entre el Cabildo de Gran Canaria y la UD Las Palmas. Ni de solares supervalorados, ni de videomarcadores de 100 kilos de los de antes, que son cosas poco románticas a estas alturas de la Liga. También hay asuntos más solemnes, como el protocolo del palco del Angulo Pescador Arena, que estuvo a punto de frustrar este viernes el primer partido de fútbol. El consejo de administración de la UD se amuló hasta límites extragalácticos al conocer la decisión del Cabildo de hacerse cargo del protocolo del palco. Es decir, de decidir a quién se invita y dónde se sientan los invitados, una competencia que hasta ahora ha venido ejerciendo a su manera el club. El berrinche fue de tal calibre que la Corporación de su Excelencia ha dado marcha atrás, si bien ha pedido setenta de las 110 plazas de que consta el palco para sus invitados y personas piadosas. El consejo, para más mortificar, se verá la misma mañana del partido con los líderes socialistas Arcadio Díaz Tejera y José Miguel Pérez, y no precisamente para hablar de palcos, butacas y protocolo.