Iberia en Primera (no lo haga)

Consejos prácticos para nuestros lectores, especialmente para aquellos que siguen pensando que volar en Business Class es un bisne para el viajero y no para la compañía que expide el billete. Ocurrió este pasado fin de semana a un sufrido lector que pagó religiosamente su billete de Iberia en preferente para viajar más cómodo y poder llevar consigo su portaplanos con proyectos de arquitectura. Su gozo en un pozo: en el viaje Gran Canaria-Madrid, Airbus 320, cortina separadora entre Business y Turista situada en la fila 7. Lleno total, incluidos los asientos centrales, ésos que dicen que no los ocupan para que el viajero se espatarre. Nada que hacer, como en Turista, pero en la punta de delante, y el cartapacio en el otro extremo del aparato. Viaje de vuelta: de nuevo un A-320, pero la cortina llega a la fila 11; de nuevo el portaplanos a hacer puñetas y nuestro hombre que tumba la butaca para echar una cabezadita.