''Indignados de la radio''

El cabreo de Luis del Olmo nada tiene que ver con una percepción lejana o con un descubrimiento repentino de lo que ha ocurrido en Canarias con el dichoso concurso de las 156 frecuencias de radio, sino con su estrecha vinculación a la cadena de emisoras de Onda Cero, que no consiguió ninguna de las licencias a las que licitó. Sin conocer sus ofertas, que seguramente fueron estupendas, mejor haría el señor del Olmo con relajar su lenguaje y esperar acontecimientos, porque de buenas a primeras podría descubrir, para su asombro y el de muchos, que los que ganaron presentaran a cada una de las comarcas a las que concursaron proyectos mejores que los que resultaron perdedores. O pudiera ocurrir, por ejemplo, que se calificara con un cero patatero la creación de puestos de trabajo a todas aquellas empresas de comunicación que repitieron el mismo dato (por ejemplo, 120 trabajadores) en todas y cada una de las comarcas a las que concurrieron, lo que automáticamente invalidaba cada oferta por económicamente inviable. La responsable de Onda Cero para Canarias, Mapi Quintana, ha sido de momento mucho más prudente que el señor del Olmo. El jueves pasado, con ocasión de la toma de posesión de Paulino Rivero en Santa Cruz de Tenerife, lo felicitó presentándose como “una indignada de las radios”. Rivero le contestó con un lacónico “ya hablaremos”.