Información sensible

Tratándose de Manolo Torres y de su tocayo García Navarro, cualquier intercambio de información es posible. El accionista presume de manejar buenos datos, tanto los bondadosos como los más ácidos acerca de la trayectoria profesional de algunos dirigentes de la entidad. Pero estamos convencidos de que en la acidez le gana Torres, al que también se le atribuye la posesión de abultadas y sabrosas carpetas sobre personajes de dentro y fuera de la entidad amarilla. El hombre, además, debe tener sus motivos para el resentimiento, tanto con miembros del actual consejo como con los que los pusieron desde el Cabildo y que fallaron en los momentos decisivos en los que Torres requería máximo apoyo. Y en esos mismos objetivos coincide con García Navarro en gran medida. Así que, volvemos al principio: no tenemos ni idea de lo que hablaron la pasada noche Manuel García Navarro y Manolo Torres. Pero hablaron.