Jugando al golf

Nos extraña muchísimo que José Manuel Soria sea capaz de perderse este acontecimiento internacional de la visita de Clinton. Especialmente nos choca que no quiera estar, vestido de sport fino, jugando esa partida de golf programada en Tenerife. Porque debemos entender que Su Excelencia juega al golf, como hacen otros ilustres de esta tierra, tipo Juan Miguel Sanjuán o Sergio Alonso, que tienen mucha experiencia y a los que se puede ver en Bandama a menudo exprimiendo el tiempo que le queda al club en lo que el mentado Soria resuelve la caducidad. No vemos, sin embargo, jugando al golf con Clinton a otros empresarios, como por ejemplo, Germán Suárez o Ángel Luis Tadeo, más dados al balompié y a las pelotas de mayores dimensiones. Ni al empresario Eustasio López, que prefiere otros deportes más drásticos, ni a Arnáiz, al que sólo dejarían hacer de caddie... Y no seguimos dando nombres porque, de repente, se nos han ocurrido dos o tres que lo más parecido que han visto a una pelota de golf es una albóndiga. Y el Cabildo tampoco está para albóndigas.