Mezclando a un ministro

Si hay algo peor que un político mentiroso es un periodista mentiroso. Y Mauricio, como todo el mundo sabe, es ambas cosas, periodista y político. Este jueves se sentó con Juan Francisco García, propietario de Canarias7, y con el director de ese diario, Francisco Suárez, y preparó una de las más inolvidables piezas de la manipulación y la martingala que ha parido esa factoría de El Sebadal. El gancho, la intervención del ministro López de Aguilar en el Congreso a cuenta de una infeliz petición de comparecencia de Paulino Rivero para hablar de connivencia entre empresarios y políticos en Canarias. El ministro trató de sacudirse de encima un debate cuyo lugar no era aquel, pero ante la perreta pauliniana, tuvo que hablar de las cosas que dice Mauricio, y esas cosas no son otras que la existencia de esa misma connivencia, denunciada en alguna que otra ocasión por el hoy consejero de Economía y Hacienda. Como quiera que López de Aguilar también se sirvió de alguna información publicada aquí, Mauricio y sus negros han aprovechado la coyuntura y montado una historia totalmente esquizofrénica. Periodismo creativo, como hemos comentado en más de una ocasión.