ONG o empresas de servicios

Es un arma de doble filo porque podría ser que pagaran justos por pecadores, pero es muy encomiable la tarea a la que se ha puesto el director general de Drogodependencias del Gobierno de Canarias, Francisco Candil, mosqueado desde hace tiempo con las organizaciones, fundaciones y asociaciones que se dedican al muy necesario asunto de ayudar a las personas con problemas de drogodependencias. Lo malo es que de un tiempo a esta parte muchas de esas instituciones -no todas- se han desviado considerablemente de sus principios fundacionales, aquellos que tenían al voluntariado y al carácter benéfico como sus principales estímulos para la acción. Muchas de ellas se han terminado convirtiendo en auténticas empresas de servicios, con muy pocos voluntarios (en algunos casos, ninguno) y con unos convenios colectivos que ya quisieran para sí los bomberos y muchos departamentos de la Administración.