Sin el PP en el Gobierno

Septiembre va a ser un mes dramático, por supuesto para los desempleados, cuyo número crece sin que se aprecie el más mínimo efecto de la reforma laboral o de cualquiera de las promesas del PP. Pero será también dramático para los inmigrantes, que perderán la cobertura sanitaria por expresa decisión del Gobierno en un gesto claramente excluyente camuflado bajo el manto de los recortes económicos. Una medida que se suma a una batería de recortes que ha afectado a la economía de millones de familias, incluidos los pensionistas, como consecuencia del copago farmacéutico. Y, con septiembre, al colegio y a la Universidad, donde también se apreciarán las duras medidas decretadas por ese ministro de insorteable apellido, Wert. Las comunidades gobernadas por el PP aplican con escandalosa euforia todos esos ataques al estado del bienestar sin ceñirse al mínimo de impacto que la legislación básica y los decretos gubernamentales permiten. En las comunidades autónomas donde el partido de Rajoy no gobierna, las cosas son sensiblemente distintas porque en ellas tratan de sortear como se puede esa involución. Y Canarias está entre esas comunidades ajena a la disciplina de Génova, así que ya este miércoles volvió a manifestar su rechazo a la involución sanitaria. Pero, ¿se imaginan que viviéramos bajo el clásico pacto entre Coalición Canaria y el Partido Popular? ¿Se imaginan a una consejera o a un consejero de ese partido dirigiendo la sanidad en las islas? ¿O la educación?