Poner rayas sin ton ni son

El Parque de la Música es un viejo sueño de Las Palmas de Gran Canaria y a su consecución se han lanzado diversas administraciones desde principios de los 90. José Manuel Soria, Pepa Luzardo y su eficacísimo Pepe Setién dieron un paso en esa misma dirección y en el Plan General de 2000 calificaron todos aquellos suelos como sistema general, con un área de suelo urbano sobre el barranco que desemboca en esa zona de El Rincón. Con un viejo pleito entre algunos propietarios y el Consejo Insular de Aguas, una sentencia de 2005 ha dado la razón a los particulares sobre la titularidad del cauce mismo del barranco, que ha pasado también a ser expropiable. Y como ni Soria ni Pepa expropiaron ni lo previnieron, ha llegado el momento en el que los titulares de esas piezas de suelo, desde la parte alta de la carretera de Chile hasta la desembocadura misma del barranco, pasado el puente de El Rincón, reclaman su derecho a ser expropiados. Ya hay sobre la mesa del concejal de Urbanismo de Las Palmas de Gran Canaria tres hojas de aprecio, tres valoraciones de lo que pretenden cobrar los propietarios, una de 2,8, otra de 15 y otra de 158 millones de euros. Ahora toca pelear ante la Junta de Valoración de Canarias, pero vayan haciéndose una idea de que de los 70 millones de euros no va a bajar la cosa. Como para echarse a correr y no mirar atrás. Y votar a Pepa forever.