Prisas moganeras

El Ayuntamiento de Mogán era un hervidero este viernes. Políticos y funcionarios corrían por los pasillos como almas que lleva el diablo para tratar de resolver con diligencia y eficacia la aprobación inicial del Plan Parcial de Veneguera, un barranco que, por si no lo saben, se ha convertido en emblema de los ciudadanos -legión- que quieren que esto se reconduzca de algún modo. Pero ese simbolismo de Veneguera no afecta dentro del municipio de Mogán, y mucho menos a sus dirigentes políticos. Ellos consideran que es prioritario urbanizar la zona porque de otro modo no se puede entender tanta prisa. El plan parcial de Veneguera va más rápido que cualquier otro que se tramite en el presente, se haya tramitado en el pasado o se prevea tramitar en el futuro. Debemos suponer que no es por una repentina preocupación municipal por los derechos de los propietarios, no porque se vaya a acabar el mundo pasado mañana. Debe ser, sencillamente, porque hay instituciones más impresionables y presionables que otras. Trataremos de explicarlo y de enterarnos del alcance exacto de la cuestión. Pero entre tanto, ¿qué les parece si exigimos a los dirigentes insulares que teóricamente mandan sobre sus compañeros de partido en Mogán que ejerzan sobre ellos la presión contraria? ¿Qué tal si repiten cada día ante el espejo el discurso pronunciado ante los medios y fotografían el color que se les pone? Estaría bien que de vez en cuando no tomen el pelo a la ciudadanía con declaraciones grandilocuentes por un lado y un descarado y vergonzoso dejar hacer por el otro.