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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Un pronunciamiento incontestable y una oportunidad

Obras en el Puerto de Granadilla. (OBSERVATORIO DE GRANADILLA, 7 DE AGOSTO DE 2012)

Al Gobierno, a Repsol y al Partido Popular sólo les queda el recurso de descalificar a las dos Universidades canarias diciendo que la macro encuesta conocida este lunes es un timo. Ya lo intentó, a través de sus respectivos recaderos, en una escala desde luego comparativamente insignificante, al despreciar la fotografía tomada el sábado desde Lanzarote en la que se aprecia nítidamente la presencia en el mar del buque perforador de Repsol: que si Photoshop para arriba, que si montaje para abajo… Lo cierto es que hasta los matemáticos se tuvieron que pronunciar acerca de la visibilidad que opera cuando se observa un cuerpo flotante en el mar desde una cierta distancia y a una altitud determinada. En el caso de Güime, desde donde el fotógrafo Jazz Sandoval obtuvo la instantánea, 181 metros de altitud, el alcance visual es de 48 kilómetros, lo que hace perfectamente visible un chisme del tamaño del Rowan. Pero pendejadas aparte, lo de la encuesta conocida este lunes es un aldabonazo que sacude no solo la puerta del Gobierno de España, del PP y de la compañía Repsol al reflejar nítida y mayoritariamente el rechazo del pueblo canario a las prospecciones y el respaldo a las instituciones canarias en esa misma dirección; también es un toque de atención indiscutible al Gobierno de Canarias, al actual y a los venideros, al proclamar con la misma contundencia la querencia ciudadana hacia las energías renovables. Por lo tanto, nos encontramos ante un no rotundo a las prospecciones de Repsol, pero también ante una oportunidad histórica para que de una puñetera vez los gobernantes apliquen un giro absoluto a las políticas energéticas canarias, se dejen de transitoriedad del gas, de puertos vinculados a regasificadoras y acometan con seriedad una renovación profunda de los planes, subplanes, leyes y reglamentos para obedecer el mandato de sus conciudadanos.

No cuelan las promesas de empleo

Pero, primero la encuesta. Estamos ante un estudio que no tiene precedentes: 2.800 encuestas presenciales para toda Canarias, lo que comparado con las que hace el CIS (2.100 telefónicas y para toda España) y un margen de error del 2%, deja bien claro que no hablamos de cualquier cosa. Sustituir la consulta popular, prohibida tan inteligentemente por el Gobierno de España, por este estudio demoscópico a mayores de 16 años y con esta metodología, suena a unos resultados de mucha fiabilidad que deja con los glúteos al aire a todos los que siempre pusieron en duda que el sentir popular contra las prospecciones estuviera tan arraigado. Es, sin duda, un triunfo político de Paulino Rivero y de los presidentes de los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, los tres políticos que con mayor contundencia han promovido esta campaña; y es, sin duda, un éxito sin parangón de los colectivos ecologistas que vienen clamando desde hace muchas décadas por el abandono de las energías fósiles y su sustitución por las renovables en un territorio con unas condiciones inigualables para su implantación. Los que quieran equiparar estos resultados con el nivel sociocultural de los contrarios al petróleo, a los que habitualmente se acusa de estar mal informados o ser unos ignorantes, se topan de bruces con esta encuesta que refleja que la mayoría tiene estudios superiores (77%) y un nivel de ingresos –para los tiempos que corren- de entre 600 y 1.000 euros al mes (76,8%), aunque el rechazo se refleja en todos los estratos formativos y salariales. Por edades, se evidencia que los más jóvenes son los más refractarios al petróleo, quizás más sensibilizados con el cambio climático y el temor a heredar un mundo invivible. Y las mujeres, cómo no, son más contrarias que los hombres. A pesar de que el paro es, con diferencia, el problema que más preocupa a los canarios, es palmario que los mensajes lanzados desde Repsol y el PP de que con las explotaciones petrolíferas habrá más empleo no han calado apenas nada entre la población.

Lanzarote, pese a todo

La isla cuyos habitantes muestran mayor rechazo a las prospecciones es Lanzarote, y la menos contraria, El Hierro. El primer dato refleja que, pese a las salvajadas que se han cometido en esa isla, la fuerte presencia de movimientos ambientalistas y la gestión que la Fundación César Manrique ha hecho de la herencia doctrinal del genial artista, parecen haber hecho mucha mella en la opinión pública. Lanzarote es una isla muy sensibilizada, con una alta presencia de medios informativos, la mayoría posicionados en contra de los hidrocarburos, lo que seguramente ha contribuido a que el debate esté más a flor de piel. Fuerteventura registra, sin embargo, un rechazo al petróleo que ni se corresponde con el posicionamiento indiscutible de su cabildo ni con el riesgo que las prospecciones representa para ello. Los autores de la encuesta no han encontrado aún las explicaciones científicas, pero pueden ir desde la escasa presencia de medios informativos a la tibieza con la que algunas formaciones políticas han tratado el asunto. Y eso que es, con diferencia, la que presenta el mayor rechazo de la patronal turística de las siete islas. De hecho, el presidente de los empresarios turísticos, Antonio Hormiga, ha sido el más firme detractor del petróleo, lo que le llevó incluso a abandonar su militancia en el PP. Que El Hierro sea la isla donde el rechazo, aun siendo mayoritario, presenta el menor grado de respaldo (57%) llama poderosamente la atención. Es la única que tiene en marcha un proyecto ambiental (Gorona del Viento) que pretende hacerla cien por cien sostenible, pero el dato debe responder a la tendencia que también presentan La Palma (57,1) y La Gomera (64%), las tres islas más alejadas de la zona de sondeos. Gran Canaria y Tenerife presentan una alta sensibilización contra las prospecciones, lo que viene a ratificar el buen momento que viven el ambientalismo y los movimientos que lo canalizan.

¿Renovables? Sí, es posible

El arrollador resultado de esta encuesta no solo ha de servir para ratificar la oposición ciudadana frontal a las prospecciones; ni para respaldar a las instituciones canarias que están en esa misma línea; ni para afear con desprecio la chulería y la soberbia con la que Brufau, presidente de Repsol, y José Manuel Soria, ministro de Industria y empleado del año de la compañía, han tratado a Canarias en este asunto. Debe servir para recuperar las reclamaciones que durante años vienen haciendo los movimientos ecologistas y personalidades políticas como Antonio Morales, alcalde de Agüimes, o el catedrático Roque Calero, por citar sólo los dos nombres más relevantes en la reivindicación de las renovables para las Islas. La encuesta refleja claramente que los canarios queremos ir abandonando paulatinamente el uso de energías fósiles para convertirnos en un territorio que sea referente mundial de las energías verdes. ¿Y eso es posible? Basta con repasar los innumerables artículos que sobre la cuestión ha publicado en este mismo periódico Antonio Morales para saber que sí. La fórmula es muy sencilla, pero necesita de una voluntad política muy férrea para empezar por vencer la fuerza de los grande intereses eléctricos y del monopolio de Endesa en el Archipiélago, y desde luego, esperar a que se vaya Soria del Ministerio de Industria y Energía, desde donde ejerce de gran valedor de los intereses de Unesa y de desbaratador de todo el tejido de innovación e investigación que se había levantado con las renovables.

Desempolvar el proyecto de autoconsumo

¿Y luego? Antonio Morales lo explica de la mejor manera, la que le permite su condición de docente en excedencia: Sustituir fósiles por renovables significa paralizar todos los planes de penetración del gas porque éstos supondrían una inversión millonaria en centrales (600 millones de euros), gasoductos e instalaciones de gas ciudad que paralizaría durante décadas cualquier otro plan. Así que nada de regasificadoras en el sureste grancanario ni en Granadilla, donde avanzan las obras del puerto industrial pensado ad hoc. A continuación, sustitución de las grandes plantas de generación de fuel por instalaciones más pequeñas y más cercanas a los lugares de demanda, y penetración inmediata en la red de parques de generación eólica. Paralelamente es preciso “democratizar la energía para el autoconsumo”, de manera que no se penalice al particular que genera su propia energía, como en estos momentos pretende Soria con un alucinante impuesto al viento y al sol. En Alemania, que ni de lejos disfruta de las condiciones eólicas y solares de Canarias, el 51% de la energía renovable se produce en los hogares, y allí, cuna del austericidio, a nadie se le ha ocurrido penalizar al usuario. Al Gobierno resultante de las elecciones generales del año que viene le bastaría con sacar del cajón el proyecto de ley que Zapatero dejó pendiente de tramitar para conseguir que Canarias de un vuelco a su situación energética. Se trata de la ley de consumo asociado con balance neto, es decir, que la energía que generen de sobra los hogares la compre obligatoriamente el gestor de la red con precios tasados. De ese modo sería factible, a corto plazo, acercarse al 70% de energía verde en Canarias. Este es el momento de dar el giro. Los canarios han hablado, y no solamente en dirección a Sandía 1.

Inhabilitar a Antona

Como siempre que se avecina tormenta con vientos huracanados, a la muchachada del PP en Canarias –cuando no al mismísimo Soria en persona- se le ocurre alguna genialidad. Sabedor de que pocas horas después Rivero iba a tener en su mano una encuesta que, a todas luces, iba a resultar dañina para los postureos peperos, a su secretario general en Canarias, Asier Antona, no se le ocurrió otra cosa que intentar mear más lejos de lo que los días previos había hecho su jefe. Y si Soria había decretado el fin de “la farsa montada” en torno a las prospecciones, al palmero no se le ocurrió otra cosa mejor que plantear “la inhabilitación” de Paulino Rivero por “haber llamado a la rebelión” a los canarios. Es evidente que estamos ante una bobería de Antona porque ni Rivero llamó a la rebelión (sí alertó del riesgo de que eso se dé por los “abusos” del Gobierno del PP) ni la figura de la inhabilitación está prevista en el ordenamiento constitucional español salvo para la figura del Rey. A la encuesta de las dos Universidades, que deja bien claro el respaldo a las instituciones en su negativa a los sondeos, se unía este mismo lunes el sondeo de noviembre de Celeste-Tel para eldiario.es, que reflejaba que Coalición Canaria-Nueva Canarias podrían obtener en las próximas generales 2-3 diputados (ahora tiene dos), lo que desmiente también lo que Antona sostiene sobre “el daño” que Rivero podría estar propinando a su formación. Parece evidente que la carrera por colocarse en los puestos de salida ya ha empezado en el PP, donde las opciones presidenciales de Antona chocan con las que tienen los hermanos Bento y el presidente de la patronal de Las Palmas, Agustín Manrique de Lara.

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