Reinventando la utopía

Pero puestos a echar cuentas, las cosas no son tan sencillas. Todo tiene su precio. Primero habría que convencer a Medina Jáber y Eusebia Nuez de que el proyecto que se les contó era pura mentirita y lo chachi es apoyar al PP desde Tenerife hasta Sebastopol. La segunda ya ha salido negando que se vaya a pasar a la derecha. Luego habría que batallar en los órganos internos de Coalición Canaria, donde la minoría mauricista es minoritaria de verdad. Y no se superaría la prueba, a no ser que se requiera tan sólo una centésima parte de los votos para obtener el beneplácito. Demasiado trágala para Carmelo Ramírez, que se alegra día sí y otro también de haber escuchado a la Barrios cuando le insistió en que le quitara de en medio a Eusebio Bautista. Y esperemos que el debate, que ya les adelantamos que no se producirá, no trascienda la isla redonda. Sería cómico que se pretenda llevar esta cuestión absolutamente local a ámbitos regionales.