Sobre este blog

El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Una vergüenza en Maspalomas y otra en Extremadura

Inmigrantes llegados a la playa de Maspaloma a bordo de una patera y que posteriormente fueron trasladados a comisaría en un camión de basura. Foto: Giorgio  Felice  RAPETTI.

El espectáculo ofrecido por todas las administraciones públicas ante la llegada este miércoles de una patera con una veintena de inmigrantes a bordo no puede haber sido más vergonzoso. Es muy grave que a unas personas que acaban de sufrir una dura travesía se las someta a la indignidad y al abandono sanitario de entre cinco y seis horas (hay varias versiones al respecto) sencillamente porque a alguien le dio por asegurar que eran sospechosas de portar el virus del ébola. Varios de ellos tenían fiebre, lo que desató el pánico hasta escalas muy superiores a las que marcan los protocolos. Pero dando por buena la necesidad de que se tomen precauciones, lo que se hizo sobre la arena de Maspalomas fue un esperpento, sobre todo por la falta de reacción y de medios técnicos, desde coches hasta material de protección sanitario. Que el Servicio Canario de Salud tarde horas en mandar a un médico y que el que aparezca sea un auténtico gaznápiro, ni es aplicar los protocolos ni es transmitir tranquilidad a los presuntos pacientes y a los transeúntes. El galeno, de origen cubano, parecía estar convencido de que aquellos recién llegados estaban poseídos, más que deshidratados y agotados tras su azaroso viaje. Ni siquiera se acercó a ellos, prefirió parapetarse tras dos intérpretes de la Policía, uno, por cierto, de Sierra Leona, y proferir acusaciones contra los inmigrantes de que mentían en relación a su procedencia. Ni siquiera socorrió a al inmigrante que había resultado herido en una pierna al bajarse de la patera y despreció la información que se le facilitaba de que en el grupo había una mujer congoleña que habla español y que llevaba entre un año y dos viviendo en Marruecos pendiente de dar el salto a Canarias.

El follón del traslado

Es el director del Servicio de Urgencias Canario (SUC) el que, tras ese lamentable espectáculo el que impone orden y, tras descartar la presencia de ébola, ordena el traslado normal del grupo al centro de salud (a quien lo precise) o a la Comisaría de Policía después para los trámites administrativos. Pero descartado el virus, empieza el sainete del transporte. El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, argumentando razones humanitarias, llama al camión todo-terreno que se ocupa de recoger los residuos de la limpieza de la playa. Otra versión, la de la Policía Nacional, difiere de la municipal: el camión de la basura aparece porque tanto la Cruz Roja como la Policía Local se niega al traslado de los inmigrantes. Ambos cuerpos tienen vehículos todo-terreno aptos para la playa, como sabe cualquier usuario de Maspalomas, pero fueron incapaces de facilitarlos para salvar los 2,5 kilómetros que había entre la zona de la arribada y el Faro de Maspalomas. Ante una situación tan kafkiana, un inspector del Cuerpo Nacional de Policía, de los que no suele adoptar una decisión así sin consultar con la superioridad, termina optando por el camión, lo que da lugar a una imagen tercermundista que ha dado la vuelta al mundo. El único que se salva de ese transporte es el migrante que presenta herida abierta en una de sus piernas, que sí es trasladado en ambulancia del SUC hasta el Hospital Insular, donde permanecía ingresado este jueves. Un menor, que se gozó este bochorno ajeno a los derechos de mayor protección que le asisten como tal, ya en el asfalto, fue enviado al Centro de Acogida de Tafira Alta. La conclusión no puede ser más lamentable, porque si se hubiera actuado con un mínimo de diligencia y de profesionalidad, ni se hubiera dado el espectáculo ni se hubiera transmitido esta absoluta falta de criterio. Para colmo, todo el retraso acumulado impidió que los inmigrantes pudieran ser puestos a disposición judicial el jueves para los trámites obligados. Lo harán este viernes, salvo que a algún lumbrera se le ocurra otro patinazo. Ni Sanidad, ni la Delegación del Gobierno ni el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana pueden sacudirse sus responsabilidades. Todos se agacharon y el bochorno reinó.

Monago, miembro de honor del club Zerolo

Al presidente de la Junta de Extremadura se le ha presentado un problemón que seguramente no esperaba. La edición de Extremadura de eldiario.es ha destapado que durante su mandato como senador, en la legislatura 2007-2011, José Antonio Monago viajó en más de 30 ocasiones a Tenerife con cargo a los presupuestos de la Cámara Alta. En total, según los cálculos del periódico, los españoles nos gastamos en estos caprichos de fin de semana del ex senador unos 30.000 euros, lo que confirma las tesis relatadas ayer aquí mismo por el impagable (perdón) Miguel Zerolo: “En el Senado puedes hacer lo que te salga de la polla”. Pues sí, el señor Monago hizo durante ese periodo de tiempo lo que le salió de sus genitales, y tanto. Porque las investigaciones apuntan a que esas continuas visitas de fin de semana a Canarias tenían como objeto visitar a una señora de nombre Olga María, militante del PP, y miembro de una de las juntas de distrito (Tagoror, en el argot impuesto precisamente por Zerolo) de Santa Cruz de Tenerife. Nada tenemos –líbrenos el cielo- contra los placeres carnales que cada uno se pueda proporcionar, pero cuando esos placeres ha de costearlos el sufrido contribuyente español, la cuestión íntima y personal pasa a ser de dominio público. La amiga canaria de Monago es una señora de origen venezolano y de muy buen ver que mantuvo con el presidente de la Junta Extremeña una relación que se rompió a poco de abandonar el Senado su asiduo acompañante de fin de semana. Despechada, acudió al periódico Hoy, del Grupo Vocento, que no se atrevió en su momento a publicar nada de lo relatado. Pero las noticias dan vueltas y vueltas hasta que, como el magma de los volcanes, terminan por regurgitar por algún lado.

¿Senador encargado de Canarias?

La respuesta ofrecida por el PP a estos viajes tan evidentes de Monago no pudo haber sido más catastrófica: el senador tenía el encargo de atender los asuntos de Andalucía y Canarias, y para ello tenía que desplazarse a esas comunidades. Hay varias realidades que dejan en evidencia tal excusa. La primera, que Monago era senador por designación de la Asamblea Extremeña, es decir, en representación de esa Comunidad Autónoma, no por elección directa. Segundo, senadores del PP tiene Canarias de manera sobrada como para necesitar a uno de otra circunscripción que venga a hacerles el trabajo, y menos en fines de semana. En Tenerife, por ser más precisos, reina en el Senado el doctor Antonio Alarcó, que tiene que haberse descangallado de la risa al conocer las explicaciones de su propio partido para tapar las vergüenzas de Monago. Pero una investigación de UPyD ha puesto la guinda a ese desatino: durante su tiempo en el Senado, el disipado senador jamás presentó una sola iniciativa referida a las Islas Canarias.

Quién es Olga María

Olga María H., la mujer que maravilló a José Antonio Monago hasta el punto de hacerle venir a Canarias 32 veces en año y pico y a costa del erario público, es una hermosa señora mucho más joven que él que milita en el PP de manera activa desde 2010, más o menos. Su activismo destaca particularmente por la amplificación que de él hace en las redes sociales, con fotos con Rajoy o Cristina Tavío, y más recientemente, tras su ruptura con Monago, con el diputado del PP por Teruel Carlos Muñón Obón, al que acompañó elegantemente vestida al besamanos en el Palacio Real con motivo de la proclamación de Felipe VI. Pero ha estado también en Extremadura, tierra de la que se declara enamorada y de la que colgó en su momento fotografías en su cuenta de Instagram. Pero además de esos viajes, figura registrado un maravilloso crucero que coincidió con la votación en el Senado de la reforma laboral del Gobierno del PP, que el senador Monago no pudo votar por razones obvias. Monago gobierna Extremadura gracias a la abstención de Izquierda Unida. Se considera un verso suelto del PP dada su querencia a anunciar medidas que se separan de la doctrina fundamental del partido, como el IVA cultural o el aborto; o más recientemente, su disposición a pactar incluso con Podemos.

Águeda Montelongo, al TSJC

Sin llegar a los extremos de Monago, en Canarias tenemos a dirigentes del PP capaces de forzar al máximo la doble moral de aporrear al adversario por motivos presupuestarios y disponer del dinero público como si fuera propio. Monago se pasó un par de pueblos, y unas cuantas millas náuticas, al pagar 1.000 euros cada vez que se venía en primera clase a ver a una novieta. Águeda Montelongo, nuestra Aguedita, fue mucho más prudente y solo se gastó unos pocos miles en unas cuantas invitaciones a hoteles y cuchipandas de superiores nacionales del partido para que conocieran Fuerteventura. Precisamente por esa generosidad con lo ajeno, el llamado caso Patronato, Montelongo tendrá que comparecer la semana que viene como imputada en el TSJC, y eso, dicen en la Maxorata, la tiene de los nervios. Este miércoles pudo vérsele en Gran Tarajal en visita “técnica”, según su gabinete de prensa, para conocer los preparativos del festival Womad, que se celebra hasta este domingo en esa localidad de Tuineje. Se desconocen los conocimientos técnicos en producción cultural de esta licenciada en Educación Física, pero quedamos a la espera del informe correspondiente.

Sobre este blog

El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Etiquetas
stats