Tranquilos, paga el Ayuntamiento

El culebrón tiene todos los ingredientes para pensar mal porque ya se sabe que cuando hay asuntos urbanísticos de calado, un despacho de influencias y la derecha de por medio, hay tomate. Chesa y Alduán están empeñados en demostrar que al empresario Julio Gutiérrez le han hecho un favor del quince permitiéndole dos alturas más en un edificio situado en un lugar privilegiado de la ciudad. Dos plantas más que destinará el hombre a sendos áticos de cuya titularidad terminaremos enterándonos más pronto que tarde. A cambio de la gentileza, el promotor se obligó ante el Ayuntamiento a ceder una parcelita de 200 metros cuadrados situada junto al edificio de siete plantas siete. Parcelita que habría de destinarse a dotaciones, un parquito o así. Total que Cardona le otorga la licencia con esa condición y he aquí que el promotor confiesa que no puede hacer esa cesión porque los 200 metros no son suyos y nunca lo fueron. Uy, uy, uy.