Vuelve el puerto

No ha tardado mucho la Autoridad Portuaria de Las Palmas en recuperar el protagonismo que nunca perdió en lo económico, en lo político, en lo empresarial y en lo urbanístico. Después del papelón de The Mamotretum, donde tiene el 5%, y de los afanes en pro de un frente marítimo con muchas luces y con muchas sombras, el ente -con perdón- vuelve a la palestra a consecuencia de la adjudicación del dique Reina Sofía, la mayor adjudicación en cuantía económica del Puerto de La Luz, y por ende, de todos los puertos del paralelo 28. El asunto tiene mucha complejidad, lo que significa que hay que picarlo menúo para que todos terminemos por enterarnos de qué es lo que ha pasado para que Lopesan haya presentado un recurso contra la adjudicación y para que Luis Hernández se haya revuelto como gato panza arriba muy seguro de sí mismo y de sus circunstancias. Para empezar, aclaremos que estamos hablando de 72 millones de euros (12.000 kilos viejos) que llegarán fácilmente a los 120 millones por aquello de las revisiones de precio llevadas a su máxima expresión. Así está escrito, conste.