Vuelve el tren

Resurge el tren con el que quieren que vayamos de un lado a otro en Gran Canaria. Pero esta vez, para hablar de la escasa rentabilidad que tendría el susodicho, extremo que desde aquí hemos repetido hasta la saciedad. La hipotética cuenta de resultados del flamante transporte no tiene por dónde cogerse, pero ni en Gran Canaria, ni en Tenerife. Los empresarios se espantan cuando se les pregunta por él, el sector transportes, el que puede instalar el tren con alguna posibilidad de rentabilizarlo, no quiere saber nada y el ciudadano que no tiene coche, para el que está pensado el invento, lo que quiere es un vehículo propio. Y cuando las cuentas no salen, cobran protagonismo los visionarios, aquéllos que son capaces de poner casinos en medio del desierto. Son gente que no utiliza los datos de hoy para hacer números, sino que pretenden adelantar el mañana.