El alcalde retira la palabra

El ambiente, como se podrán imaginar, llegó a ponerse muy caldeado, sobre todo cuando los concejales debatían cómo poner en marcha la estación depuradora de aguas residuales. Marcos Brito, el alcalde, de CC, no tuvo inconveniente alguno en retirar la palabra a los ediles socialistas. Y cuando declinaba el pleno, la concejala Mónica Ceballos, que defendía una moción sobre cambio de sentido en las vías de una urbanización, dijo que “estaba alucinando con los votos de rechazo”. La respuesta del alcalde, tan original como lacónica, no se hizo esperar: “¡Pues vaya a un siquiatra o a un sicólogo!”. Pues eso. Tampoco faltaron invocaciones marianas en el pleno que, por cierto, fue interrumpido a las doce de la noche -empezó a las cinco de la tarde- cuando aún quedaban varios puntos del orden del día por tratar. Resulta que los socialistas, en ese hervor mocionero que les dio, promovían la conmemoración del cincuentenario de la entronización de la Virgen del Carmen, imagen muy venerada en la ciudad turística. Ni siquiera con esa iniciativa transigió el gobierno local. “Que la Virgen les perdone”, sentenció García Llanos. Amén, añadimos nosotros.