El anfitrión del bolo presupuestario

Juan Marrero Portugués es un prohombre de la derecha canaria, un conservador de ley. Preside el Real Club Náutico de Gran Canaria, escenario de uno de los primeros bolos del vicepresidente del Gobierno en su gira mundial de presentación de los presupuestos más criticados de la historia de la nacionalidad, dicho sea con el debido respeto. Marrero Portugués, como decíamos, es consejero de la Audiencia de Cuentas de Canarias, pendiente de cesar por el bloqueo que su partido, el PP, y Coalición Canaria mantienen sobre los órganos que dependen del Parlamento de Canarias. Hemos consultado con dos trabajadores de la Audiencia de Cuentas, con sede en la calle de Viera y Clavijo de Las Palmas de Gran Canaria, y ambos han coincidido en que el señor consejero permanece en esas dependencias, antigua central del Banco Exterior de España, no más de media hora al día. Las fuentes, eso sí, discrepan, porque mientras una sostiene que ese es el tiempo medio de estancia, otra la rebaja a veinte minutos. ¿A la playa? No, al Náutico. Podría empezar el señor Soria por los suyos propios de él. Sería un comienzo ejemplar.