La becaria que acabó en la empresa ganadora

En cuanto a la modificación de aspectos sustanciales de las bases, parece claro que reducir a casi la mitad la capacidad del vaso para vertidos con lipsidiados no es cuestión baladí porque se recorta sensiblemente el margen para revertir la inversión y amortizar la planta que ha de explotar la adjudicataria. Pero, hablando de bases. Las empresas derrotadas en el concurso están muy mosqueadas con la presencia en los alrededores de dos ingenieras, la jefa del servicio de Residuos, Elisa Monzón, y una becaria, Ingrid Pérez Padrón, ambas autoras de las condiciones por las que se rigió concurso. En julio de 2011, cuando entra el PP y se le acaba el contrato a la becaria, suscrito gracias a un convenio con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, es justo cuando el PP relanza el concurso del vertedero a un ritmo vertiginoso. La jefa del Servicio, Elisa Monzón, envía por esas mismas fechas a las empresas concursantes un correo desde su cuenta profesional del Cabildo recomendando los servicios de la ingeniera becaria, Ingrid Padrón, que finalmente viene a ser contratada, miren ustedes qué cosas, por CESPA, la ganadora del concurso en febrero de 2012. Los hay con un olfato envidiable, a pesar de lo mal que huele el asunto.