Más sobre la biblioteca

Lo lamentamos por los funcionarios de la Biblioteca Pública del Estado, pero les ha caído la china en estas Navidades. El otro día nos hicimos eco de algunas críticas acerca de la facilidad con la que en días señalados echan el cierre antes de tiempo y hoy debemos volver a hablar de esas instalaciones porque los lectores, además de confirmar lo dicho, cuentan más cosas. Por ejemplo, que algunos funcionarios recortan los periódicos con cupones para coleccionables (que no es lo mismo que coleccionables con cupones y un periódico de regalo) y estropean artículos impresos al otro lado. Jeringa no sólo por la lectura sino también porque los muy listillos se hacen con una batería de cocina o un chaleco antibalas con dinero público. Pero en fin. Más molesta que alguna que otra usuaria de la misma biblioteca se dedique a escribir sus meditaciones profundas sobre los mismos periódicos y que nadie le coja la matrícula para no prestárselos hasta que se le pase la calentura.