Las cosas de Pepa

Pero si Arnáiz y los suyos han acretidato ante Bruselas que han jugado negligentemente con las cosas de comer, Pepa Luzardo, la alcaldesa, ha salido perfectamente retratada en el acta de la Reper. Nos podemos imaginar la cara que tienen que haber puesto los funcionarios comunitarios ante algunas pintorescas afirmaciones de la regidora canaria: pasemos por alto que llegó a afirmar que no reconocía la competencia de Fomento en el asunto (ole), y pasemos por alto su queja de que todo se debe a “una represalia del Colegio de Arquitectos” (no está mal), que son unos malones. Pero centrémonos en su argumentación acerca de que, si lo suyo es ilegal, también lo es la adjudicación del museo Guggenheim, en Bilbao, las obras de Catatrava en Valencia y Tenerife (atención, pleitistas) y hasta las cosas de Boffil en el puerto de Barcelona. Se basaba para tamañas aseveraciones en una sentencia del Tribunal Europeo sobre la Scala de Milán, pero los funcionarios de Bruselas le dijeron que se la volviera a leer. Fuerte.