Pues que se cumpla la Ley

La finalidad de todo recurso promovido por el Gobierno debe ser que se cumpla contrario sería un absurdo, como pensar que gobierna una panda de filibusteros con corbata. En el auto de 21 de marzo de 2005, de lo Contencioso-Administrativo del TSJC establece la finalidad de un recurso: evitar que se aprueben pelotazos cuando hay unas Directrices en vigor a la espera de que se aprueben por Ley. Lo dice en lenguaje jurídico, pero lo hemos traducido al cristiano para no alargar más el desenlace. Si el Gobierno pretendía el pelotazo corriente y moliente, lo podía haber legislado desde el primer momento, con lo que ahorraría a la Justicia tantas idas y venidas, y a los periodistas y público en general estos pellizcones que nos damos porque no nos creemos que se pueda actuar de manera tan surrealista, a la par que bananera y pornográfica.