Un cursito de ortografía

La verdad es que a estas alturas todavía desconocemos los módulos de los que constará el plan de formación trienal de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, que ha salido a concurso por 120.000 euros al año. Pero, si llegamos a tiempo, nos gustaría introducir una inocente sugerencia: que incluyan un curso de ortografía básica, especialmente dirigido a la persona que se encarga hasta ahora de redactar las actas del Consejo de Administración del organismo. Dicen que es Ángel Cervantes, abogado, pero nos cuesta mucho trabajo creer que un hombre de tan sólida formación pueda cometer, por ejemplo, dos garrafales faltas de ortografía en un párrafo de siete líneas. Así, en la polémica acta que se aprobó en el último consejo, se podía leer un “sede la palabra” que ponía los pelos de punta, o la ausencia llamativa de haches y el uso indiscriminado de las mayúsculas sin un criterio razonable y comúnmente aceptado en el campo de la literatura administrativa. Si empezamos por no redactar bien lo que se acuerda, ya nos dirán cómo terminan de ejecutarse esos acuerdos. Algunos efectos ya los conocemos.