El descubrimiento anarcocapitalista

Un tuitero, ferviente defensor de las políticas estas de “apesta a subsidio”, “queremos un país de emprendedores” y consignas de copia y pega por el estilo, ha venido a definirse a sí mismo con un concepto que nos ha encantado por lo que encierra de cabo a rabo: liberal anarcocapitalista. Término que en este proceso de autodestrucción de la actual democracia de mercado, acuñamos como el dardo en la diana. Por lo de anárquico que tiene la política de los ultraliberales en el sistema. Y es que la ofensiva contra “los del subsidio” es tan burda e hiriente por las consecuencias que ello conlleva (recortes del Gobierno, no se crea sino que se destruye más empleo, suben impuestos, bajan las prestaciones sociales, que los ayuden los que les quieran, por no verlos en la miseria) que hasta en el sanedrín soriano que palmea al ministro de hoteles ilegales se escuchan voces lamentando la “economía subvencionada” en la que está sumida Canarias. Como si no fueran ellos los primeros en haberse beneficiado en sus respectivas actividades de la lluvia de millones que llegaron de Bruselas y Madrid desde los opíparos finales de los noventa hasta el otro día de comandita en el Gobierno canario. Es el colmo del cinismo empresarial haciéndole el juego a quien quiere presidir a toda costa la Comunidad Autónoma. Porque sabe que en el Gobierno de la Nación no tiene largo recorrido.