El día que volvió Pedro de Armas

Los vientos y las mareas son de una sabiduría que escapará siempre a los designios humanos. Porque fueron los vientos y las mareas los que consiguieron hacer coincidir la arribada del velero de Pedro de Armas, el concejal caribeño del Ayuntamiento de Arrecife, con la declaración como imputado del ex alcalde de esa ciudad, Cándido Reguera, presuntamente implicado en el caso Montecarlo, por el que se investiga una trama de favores en varios municipios lanzaroteños. De Armas fue concejal de Urbanismo durante los años en que Reguera fue alcalde de la ciudad, a partir de aquella moción de censura a través de la cual el PP se hizo con la alcaldía con el apoyo del PNL, del PIL y de concejales imputados por corrupción después de que el PSOE expulsara del gobierno a todos los implicados en la operación Unión. Como nada de lo que mal empieza acaba bien, de aquella etapa de confusión y desconcierto ha nacido este caso Montecarlo, del que de momento solo se sabe que tiene que ver con unos 25 expedientes municipales analizados que han provocado que la declaración del ex alcalde se extendiera durante cinco horas, a razón de doce minutos por expediente, poco más o menos.