No hay dinero para motivar

La idea fue de una funcionaria municipal adscrita a Educación, Elena Rodríguez Fominaya, que puso al alcalde en contacto con Vanessa Limpkin, aunque Cardona ya introdujo experiencias de coaching empresarial durante su etapa como presidente del Patronato de Turismo de Gran Canaria, durante el mandato del PP 2003-2007. “La gente confesaba que era más feliz”, sostiene, porque “se le sacan unos valores que todos tenemos dormidos dentro como profesionales”. Es la manera que se la ocurrido a la primera autoridad municipal para “coordinarlos mejor y para motivarlos en un entorno de recursos económicos escasos” en el que no hay dinero para motivaciones pecuniarias. Cardona es consciente del revuelo que se ha armado en las oficinas municipales, con veteranos funcionarios verdaderamente cabreados ante lo que consideraban incluso una “machangada” de la primera autoridad municipal, al que le dio de repente un aire y se puso a mandar sobrecitos de colores conteniendo historias bucólicas y encargando a los destinatarios que se pusieran a hacer una introspección personal en su vida profesional, en su misión, en su visión, en sus valores... Buscando “¿cuáles son tus sirenas?” “tus tesoros” y “tus dones”; profundizando en las “células inteligentes” y proponiendo para este viernes unos ejercicios que jamás habían imaginado tener que realizar los avezados trabajadores municipales de Las Palmas de Gran Canaria, que hasta ahora creían que lo habían visto todo. No dudamos que a algunos les vendrá bien, pero ya se sabe que la predisposición es fundamental para muchas ideas, y no se respiraba predisposición precisamente entre los educandos este jueves.