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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

El efecto Arinaga

Los imputados del charco de los lebranchos no hablan nunca entre sí de la operación de Arinaga. Ninguno de ellos, salvo Briganty y Esquível, están en esa segunda trama, la de mayor valor, la de la gente con categoría. Es José Ignacio Esquível el primero en sufrir el efecto Arinaga en el sumario cuando, en una información periodística, empieza a salir ese nombre. Y se lo comenta a Alfredo Briganty, que trata de tranquilizarlo. Pero nada de Arinaga trasciende de ese ámbito porque Celso, Guzmán, González... se están ocupando de los proyectos pequeños, los de un kilito, dos kilitos, o seis a éxito. Falta un tramo más para llegar a Arinaga, o quizás que algún investigador se preguntara a qué vino aquella preocupación de Esquível por ese polígono industrial. La respuesta está en un grueso expediente que se custodia en la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Basta pedirlo y estudiarlo. No lleva mucho tiempo, se lo garantizamos.

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