Una empresa con beneficios

José Manuel Soria utilizó este miércoles el Parlamento para pervertirlo todo, empezando por las funciones de la Cámara, que no está para sus desahogos y sus mafiosas vendettas personales. El vicepresidente utilizó la sede parlamentaria para poner de manifiesto ante todo el mundo que estamos en manos de un auténtico impresentable, un peligro para las instituciones, que tiene acceso a los datos de todos los contribuyentes y que, cuando se le antoje, es capaz de airearlos para satisfacer sus rabiosas ansias de venganza. La empresa de José Francisco Henríquez, peticionaria del préstamo de La Caja, ha dado siempre beneficios, incluso en 2008, en plena crisis. Pero sobre el empresario, socio de otras empresas, pesan algunas obligaciones que el vicepresidente ha sumado maliciosamente para echar por tierra la operación. Entre otras, Henríquez presta un aval de 12 millones de euros para la compra del hotel Meliá Las Palmas, que está valorado en 40 millones. Eso y todos los riesgos que Soria desveló este miércoles en el Parlamento, en una clara transgresión de las mínimas normas del secreto bancario y una violación de la custodia de documentos, fueron valorados por los técnicos de La Caja, que no pusieron objeción alguna.