17 escalones

De entrada, los Reyes cambian un cinco estrellas por un cuatro estrellas, una suite por una habitación business. Un hall casi a ras de calle por otro sobre diecisiete escalones. Cierto es que no se cruzarán ante el ascensor o en el pasillo con cualquier imprevisto, del tipo oriental corriendo al casino a jugarse los euros, pero más cierto es que cambian el encanto de un hotel por la funcionalidad y el minimalismo de los establecimientos de Antonio Catalán (AC). El otro cinco estrellas de la ciudad, el Meliá Cristina, tiene su planta de suites actualmente en reformas, lo que impide poder ofertar alguna de ellas a tan ilustres huéspedes. Los Reyes (y sus servicios de protocolo) no salieron muy satisfechos de su última visita al Santa Catalina: no les agradó por completo el servicio del almuerzo oficial y la cena privada que celebraron ni la insonorización de la suite que utilizaron. Son detalles que han motivado este cambio de planes, lo que en absoluto tiene que significar que la calidad del cinco estrellas propiedad del Ayuntamiento se haya perdido. Seguro que recuperará a los monarcas.