La expulsión de Soria ya tiene fecha

Dicen en la Villa y Corte que nada había estado tan atado y bien atado como lo que así se presenta entre el PSOE y Coalición Canaria. Y no nos referimos al PSOE canario, que anda todavía metido en sus faenas internas de recuento de bajas, sino al PSOE federal, el de la calle Ferraz, que jamás había estado tan a gustito con los nacionalistas canarios. Dicen que comen huevo y sobra huevo, lo que hace presagiar cualquier cosa, y no necesariamente mala. Por ejemplo, en Ferraz dan por hecho que Paulino Rivero mandará a José Manuel Soria a freír espárragos en el mes de diciembre, una vez el macho de las cañadas monte en cólera por el apoyo de Coalición Canaria a los Presupuestos Generales del Estado. Se quedará solo ante el peligro el presidente Rivero, que no podrá contar con el PSC más que para las emergencias, incluidas en ellas un imprevisto desplante popular con los presupuestos canarios. Mientras tanto, se sigue cociendo a fuego lento la operación “ahora gobernamos nosotros”, que incluye un amplio ramillete de escaramuzas de punta a punta de esta nacionalidad archipielágica: Manolín Travieso en la Maxorata recogiendo los votos del marquesado al Parlamento; los Castros y los Padrones en occidente soriendo cariñosamente a Paulino. Nacho González y Román Rodríguez tocando las narices en el centro del campo sin el PIL y creyendo que todo Lanzarote es orégano. Y Pérez, José Miguel, con pinta de no haber roto un plato, colocándose en la foto. Menos mal que nuestros políticos tienen imaginación cada cuatro años.