Un extraño contrato de 60.000 euros

Dicen en los servicios laborales del Cabildo que nunca en la vida habían visto un contrato tan raro como el que une a Anatol Yanovsky con el Gran Canaria Ballet. Una cláusula, la segunda, es la clave, porque en ella se recogen los objetivos que ha de cumplir el artista para poder cobrar, y como no los puede cumplir por disolución de la cosa contratada, rián p'al puerto. El importe del contrato es de 60.000 euros al año, pagaderos en dos plazos de 30.000 euros cada uno contra factura que el profesional pasaría como trabajador autónomo o empresa. La duración de su contrato es hasta 2010, lo que contrasta con el año de contrato del que gozaban los bailarines. Por cierto, que la resolución de la relación laboral con estos últimos podría hacerse el día 14 de septiembre por no superar el periodo de prueba, pero el Cabildo estudia compensar a los que han sufrido perjuicios por la mala cabeza del director, que los ha mantenido aquí a pesar de los pesares.