Y 500.000 para formación

La cena de Navidad en febrero no es una excenctricidad de Suárez Gil, ni un deseo de descargar de comidas, turrones y cava a los que durante diciembre padecen una enorme acumulación de cuchipandas. Su deseo es agrupar el mayor número de actos sociales que supongan notoriedad para él en los meses previos a las elecciones a la Cámara, que si todo sale como está previsto, serán en abril de 2006. El otro asunto que encochinó terriblemente a Venancio Benítez fue la asignación de 500.000 euros para formación a un grupo vinculado al núcleo duro del presidente plateado, sector Telde, más concretamente para empresas del ramo de Peláez Castillo. No denunció ilegalidades ni anomalías, sino que le llamó la atención y montó la correspondiente pelotera que volvió a colocar al presidente plateado en el límite del soponcio.