¿No nos iremos a hacer daño, verdad?

No es verdad que el caso Canódromo fuera el primer pelotazo de la era soriana. Nosotros tenemos localizado uno anterior de algo menor importe (siete millones frente a nueve) pero de similar trascendencia: la compra de La Favorita. El concejal de Urbanismo de la época era Juan José Cardona, que no participó en aquella operación pero ahora la defiende dentro del lote de endeudamiento extraordinario en que dejó el PP sumido al Ayuntamiento de la capital grancanaria. Porque, efectivamente, aunque el pase de La Favorita se produjo en el mandato 1999-2003, hasta el próximo (2011-2015) estarán los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria pagando el préstamo que se solicitó al Banco Europeo de Crédito Oficial por importe de doce millones de euros, que es lo que costó aquel sablazo de Soria a la ciudad a mayor gloria de Santiago Santana Cazorla. Todo lo que Cardona conoce de la gestión de Soria es inversamente proporcional a lo que Soria conoce de Cardona, pero ha llegado el tiempo de las reconciliaciones, de reponer viejas estructuras en el PP canario que permitan una transición pacífica, sin levantamiento de alfombras. No vaya a ser que los que fueron tan compañeros de aventuras terminen haciéndose daño.