Con el máximo cuidado

Ya hemos dicho en más de una ocasión que estamos dispuestos a recular cuando nos metamos en la vida privada de las personas o utilicemos el insulto para la crítica política. A Soria se le puede colgar cualquier tipo de calificativo insultante y sencillito por lo que ha hecho con el chalet de Esquível, con el viaje del Salmón, con La Favorita o con su forma de entender la democracia, pero no nos hemos encargado nosotros de esos menesteres. Es más, incluso hemos sido cuidadosos con su intimidad. Conocedores de cuál era la vivienda que habitaba, sólo la hemos retratado y publicado cuando la familia Soria la había abandonado. Su nueva mansión en Tafira Alta sólo la fotografiamos cuando estaba en obras, inidentificable, y porque incumplía normativas municipales. Ahora, cuando ya está acabada y habitada por sus moradores, no hemos publicado su fotografía por respeto a la intimidad. Eso no excluye que, si se produjera un acontecimiento de especial relevancia pública, procedamos a difundirla en todo su esplendor. Que el que está en política acepta una pérdida de su privacidad cuando se echa fuera del plato.