Tres millones el pregón (18.000 euros, vamos)

Hasta las asociaciones de vecinos confirman sin sonrojo que se ven en ocasiones obligadas por el Ayuntamiento de Soria (provincia de Las Palmas) a invitar como pregonero o pregonera a un concejal o concejala o, en su defecto, al propio alcalde. La coacción no viene dada de otra manera que por la parte económica, aunque si hay buena predisposición del coaccionado, incluso se evita el mercadeo. Es decir, tú quieres unos dinerillos para voladores, pues mira a ver si invitas a nuestro alcalde de pregonero, o a Pepa, que hay que sacarla. Dicen desde la Federación de Asociaciones de Vecinos que hasta ha habido dimisiones de dirigentes vecinales que no han querido comulgar con piedras de molino. En Schamann, por ejemplo, la cosa se puso caliente-caliente por los empeños municipales, que al final alcanzaron sus objetivos previo pago de 18.000 euros (tres kilos antiguos) con los que poder contratar los servicios de Manolo Escobar. Un esfuerzo económico del departamento de Pepa, concejala de Cultura y candidata a suceder a Soria, que dijo el otro día en la radio que su apuesta turística consiste en convertir a la ciudad en un destino de congresos y festivales. Ya empezó con Manolo Escobar, no es mal comienzo, no.