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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

El momento más dulce de Nueva Canarias

De izquierda a derecha, Pedro Quevedo, Carmen Hernández (vicepresidenta de Nueva Canarias), Román Rodríguez y Alejandro Jorge (presidente de Nueva Canarias en Fuerteventura). EFE/Quique Curbelo

Carlos Sosa

Algo más que lluvia de millones: política en su sentido más amplio. Una vez más, Nueva Canarias ha conseguido robarle la merienda a su más directo rival político, Coalición Canaria. Y no solamente por haber sabido reservarse para el último minuto de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, que entran este lunes en su recta final de tramitación en las Cortes, sino sobre todo por el calado de los acuerdos adoptados.

El negociador clave ha sido Fermín Delgado, el ideólogo, el estratega, el hombre de los papeles y del rigor que siempre ha estado junto al presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez, allí donde éste haya ocupado un cargo público: desde que fue presidente en 1999 como líder de CC, hasta la actualidad, dirigiendo la estrategia del grupo parlamentario en la Cámara autonómica y esta negociación con los de Rajoy.

Este economista que nunca sale en las fotos fue compañero de Rodríguez estudiando Medicina en La Laguna, pero dejó la carrera en cuarto curso cuando tocaron las prácticas y descubrió que aquello no era lo suyo. Se metió en Económicas, y compatibilizó sus estudios con el trabajo, siempre junto a Román Rodríguez en cada proyecto político de izquierdas (desde la OPI, germen de tantas cosas) en los que se enfrascaban. Se vinculó profesionalmente a la agricultura gestionando una cooperativa y luego a proyectos europeos vinculados con el sector primario, hasta que el líder de NC lo llamó para que fuera asesor suyo en la Presidencia del Gobierno de Canarias.

Desde entonces encandila a todos los que le conocen por su rigor, por el alto nivel de su preparación de cada asunto y por su capacidad para conducir todos los acuerdos con buen talante e inteligencia. En el Partido Popular lo acaban de conocer y sus interlocutores en Madrid (la vicepresidenta Sáenz de Santamaría y el todopoderoso Nadal) se han quedado maravillados con este tinerfeño sesentón del que en Nueva Canarias destacan su capacidad de trabajo y su lealtad. Y ni siquiera está afiliado.

Sin restarle mérito al diputado 176, Pedro Quevedo, las negociaciones para cerrar estos presupuestos hubieran sido otras y otros los resultados, muy probablemente.

El estándar de “Canarias exige” lo marcó en su día el conseguidor por antonomasia, José Carlos Mauricio, en aquellos gloriosos días en que Coalición Canaria presumía ante Aznar y ante el mundo de cuatro diputados en la Carrera de San Jerónimo. Fue entonces cuando se acuñó aquello de la “lluvia de millones”, que viene siendo más o menos lo que en el minuto uno de la negociación para estos Presupuestos Generales del Estado puso sobre la mesa la diputada Ana Oramas y el flamante secretario general de CC, hoy consejero de Presidencia, José Miguel Barragán. La misma historia de siempre, que no está mal, oiga, pero todo ceñido a aspectos que nacen y mueren con las cuentas del año. Y a cruzar los dedos para el siguiente.

Nueva Canarias ha actuado con mucha más inteligencia. Porque lo fácil habría sido conseguir ese titular consistente en cifrar los acuerdos en millones de euros, y esos 204 a sumar a los obtenidos por CC no son nada despreciables, sobre todo si se tiene en cuenta la situación de desventaja de la que partía Canarias tras estos cinco años de desprecio del Gobierno Rajoy. Lo verdaderamente interesante, sin embargo, está en los otros apartados del acuerdo, los que trascienden a los presupuestos de 2017 y a su más que probable prórroga para 2018.

Energías renovables y reforma electoral

Fermín Delgado y Pedro Quevedo, con Román Rodríguez detrás, sin duda, han conseguido cosas que se perpetuarán en el tiempo, como esa bonificación para el transporte interinsular del 75% para las personas, o del cien por cien para las mercancías, que se extiende en este caso al transporte a la Península, lo que habrá de contribuir al abaratamiento de la cesta de la compra y a una mejora sustancial de la competitividad de las producciones isleñas. Bonificaciones que se incorporan automáticamente al Régimen Económico y Fiscal y que, por lo tanto, tampoco se computarán como financiación autonómica.

Trascendental también es el acuerdo de cargarse el funesto impuesto al sol implementado por esa vergüenza de ministro de Industria que un día tuvimos los canarios en ese gobierno. En Alemania, para que se hagan una idea, el 51% de la energía proviene del autoconsumo, y hasta ahora el Gobierno de Rajoy sigue manteniendo ese vergonzoso invento de su ministro panameño.

En materia energética se ha visto en esta negociación la mano del presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales. Partidario de frenar la penetración de nuevos modelos fósiles -como el gas, que va como un tiro en Tenerife- Morales cree que un sincero impulso a las renovables puede colocar a las Islas a la altura de Alemania. Condiciones naturales hay de sobra, solo bastaría con cargarse el impuesto al sol, devolver a las instalaciones vinculadas al ciclo del agua la prerrogativa de inyectar en la red la energía de sobra o, como también incluye este acuerdo con el PP, rebajar los requisitos de avales y separar fuentes de energía renovables para conseguir mayor penetración.

Pero la trascendencia mayor hay que encontrarla en el compromiso del Partido Popular de tomarse en serio la tramitación de la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias en la presente legislatura, y dentro de esa tramitación, una reforma del sistema electoral antes de las elecciones de 2019. De este modo, Canarias optaría al máximo nivel de competencias previsto por la Constitución, a una revisión de su ámbito territorial (las famosas aguas canarias, ahora de actualidad por el hallazgo de telurio) y a la obligatoriedad de consultar de manera vinculante al Parlamento de Canarias ante cualquier modificación de su REF.

La reforma del sistema electoral no está tan concretada. Dependerá del acuerdo que se alcance en el Congreso de los Diputados donde Nueva Canarias va a contar para la tarea no solo con los votos del PP, sino también del PSOE, de Podemos y de Ciudadanos, el principal damnificado del actual disparate. Será antes de las autonómicas, supondrá rebaja de topes y tendrá mayor proporcionalidad, sin duda. Y Coalición Canaria se la va a tener que envainar aunque meta en el Gobierno regional al ansioso Antona.

El acuerdo tiene más puntos interesantes, como el compromiso de estudiar las condiciones laborales de colectivos tan sensibles como las kellys o eliminar el artículo 19.2 de la Ley de Presupuestos, que imponía mandar a la calle a los trabajadores interinos del sector público a partir de los tres años de contrato.

El pacto de apoyo a los presupuestos por parte de Nueva Canarias se firmará este martes en Madrid, en presencia de Mariano Rajoy y de Román Rodríguez, que ha pedido al presidente del Gobierno que en el acto esté presente Asier Antona, el responsable de los populares en Canarias. Y eso a pesar de que Antona prepara ya los flecos para incorporarse al Gobierno regional que preside Fernando Clavijo. O precisamente por eso, cabría añadir. Porque tener a toda la derecha agrupada en un solo sitio facilitará aun más las cosas a la oposición en el Parlamento de Canarias, en gran medida capitalizada por Nueva Canarias.

Manipulación en Televisión Canaria

Es de tal calado el acuerdo de Rajoy con Nueva Canarias que la reacción en las filas gubernamentales ha sido de perreta de niño chico. La noticia de la rueda de prensa de este domingo dando cuenta de la decisión del partido de respaldar los Presupuestos Generales del Estado ocupó un minuto y vente segundos, bastante menos de la pieza que le siguió (dos minutos) repitiendo la firma del acuerdo entre Rajoy y Fernando Clavijo el 5 de abril pasado, como si acabara de ocurrir. Otras cadenas públicas y privadas hicieron directos desde la sede de Nueva Canarias ante la trascendencia de lo que allí ocurría.

Cada vez es más urgente que la oposición encabece la regeneración de los medios públicos de Canarias porque a este paso estaremos tirando a la basura los más de 30 millones de euros que nos cuestan al año. Sin audiencia, sin credibilidad y salpicadas de escándalos, o se regeneran esa tele y esa radio o habrá que cerrarlas y esperar una oportunidad mejor.

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