Los nervios ya afloran

Les decíamos más arrriba que la tensión va a crecer. Nos referíamos a la que hay entre los protagonistas principales del asunto. La de a pie de calle ya está crecidita y hasta con bigote. ¿A quién se le puede ocurrir darse una vuelta por la montaña de Corralete este viernes para ver qué quedaba de esa dinamita que el jueves hubo de estallarse en la carretera? A nosotros, claro. Y nos topamos con un par de operarios municipales (uno es el de la foto de arriba) que iban a retirar una señal de prohibido. Cómo se puso el hombre “que yo estoy trabajando, que yo no soy nadie que...”. No entendíamos ni papa de lo que nos quería decir. Menos mal que nos lo aclaró un agente de la policía local de Gáldar que acudió requerido por el del mono azul. Por supuesto, el agente, como es su deber protegió la libertad de información y disculpó al operario con un “comprendan que con este asunto hay mucha tensión”. Y tanta.