Los nervios delatan la mala conciencia

Sin dejar a Hernández Bento de lado, sorprende mucho la reacción este lunes de la Delegada del Gobierno en Canarias, por lo poco dada a la polémica directa más allá de la condición que le deja ejercer el auténtico jefe policial del Gobierno español con mando en plaza en la ídem de La Feria, Luis Molina, defendiendo como ha hecho la Bento la gestión del Gobierno central de la crisis natural desatada en La Gomera por los devastadores incendios con un muy soriano “no podemos tener un hidroavión aparcado por si acaso”. Ah, ¿no? ¿ Ni siquiera en los meses críticos de verano? El tonito que ha tomado la delegada se ve que responde a los nervios de ver interrumpidas las vacaciones o las corridas de toros, como al ministro del ramo, Arias Cañete, que todo le parece excelente y todo debe haber sido auténtica mala suerte. Cañete ha vuelto con la cantinela de Soria la semana pasada, de que el Gobierno canario llama tarde y a última hora a Madrid para refuerzos y medios, y que los hidroaviones son de hélice y vuelan más lentos, por lo que Paulino deberá, la próxima vez, llamar tempranito y no esperar a que lo cojan en alguna cena. Haya o no motivos para ello, claro. Después del escándalo nacional que ha supuesto este lunes de infierno en La Gomera, se ve que la mala conciencia quema. Y a Soria no se le escucha ni defender una amnistía hotelera por toda la costa patria.