La quiere en Agadir

Sepan ustedes que cuando hablamos de alguna operación político-empresarial de Mauricio inevitablemente la acción lleva aparejado el concurso de José Manuel Soria, lo que dejamos aclarado para economizar. Pues, a lo que íbamos: Mauricio viajó en septiembre raudo, veloz y casi en secreto a Marruecos donde se entrevistó con varios ministros con el muy loable objetivo de fomentar la inversión en el país vecino. Una inversión muy concreta, por lo que cuentan los que conocen la verdadera intención de ese viaje: que la cementera de Arguineguín se traslade a Agadir. Ustedes se preguntarán enseguida, con toda la razón del mundo, qué hace Mauricio llevándose de Canarias una industria estratégica que da trabajo a unas 300 personas de forma directa y que nadie ha pedido erradicar de su actual emplazamiento. La respuesta, como siempre, hay que encontrarla en la mano empresarial que mueve la cuna en la que se entretienen, chupa en boca, los dos propietarios de la parte oriental de los negocios de Canarias. Les seguiremos contando el viernes, para que a nadie se le atragante el turrón.